martes, 4 de enero de 2011

Florencia


Plaza Santa Maria Novella, Florencia

Tardamos un hora en llegar en tren regional desde Pisa Centrale (Pisa C. Le.) hasta la estación Santa Maria Novella (Firenze SMN), que es la estación que estaba más cerca de nuestro hotel en el centro. Hotel Machiavelli Palace. Una buena parte de esa hora la pasamos haciendo cola en la taquilla de la estación de Pisa y esperando a que nos dieran los billetes...

Una vez hecho el check-in fuimos a cenar a un restaurante al lado del hotel, en la misma Via Nazionale: Osteria All'Antico Mercato. Cenamos Ravioli al ragu Toscano y Risotto alla Chiantigiana con una ensalada capresse y una botella de vino. Buena comida y buen precio.

Después de cenar fuimos directamente al hotel a dormir, el día había sido muy largo y estábamos muy cansados.

PRIMER DÍA EN FLORENCIA

Duomo




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Empezamos nuestro primer día en Florencia con una visita al Duomo (Santa Maria del Fiore), que está a 5 minutos del hotel. La Piazza di San Giovanni, donde están el baptisterio y la fachada principal de la catedral estaba llena de turistas. Pasamos un buen rato haciendo fotos y observando la puerta este del baptisterio "Puerta del Paraíso", con paneles donde Ghiberti talló unos bajorrelieves en la madera y más tarde recubrió con papel de oro. Los originales están en el Museo dell'Opera del Duomo.

No entramos al Duomo pero si subimos los 414 escalones del Campanile (campanario) para disfrutar de unas vistas espectaculares del centro de Florencia (6 euros).

Una de las visitas que más nos gustó del viaje, aunque se hace un poco duro subir; hay tramos más o menos largos de escalera muy estrecha con gente subiendo y bajando al mismo tiempo. Para descansar un poco de tanto escalón la torre tiene unos tres niveles para disfrutar de la vista desde alturas intermedias.

Piazza della Republica

Caminando desde la Piazza di San Giovanni hacia Ponte Vecchio pasamos por la Piazza della Republica, construida sobre el antiguo gueto judío de Florencia. Había una exposición de coches de varias épocas, incluyendo uno de Fórmula 1.

Piazza di Mercato Nuovo

Con un mercado cubierto, que me recordó bastante al Gran Bazar de Estambul, carteras, cazadoras de cuero, pañuelos, etc.

Ponte Vecchio

Casi por casualidad dimos con el puente más famoso de Florencia. Se sostiene sobre tres arcos sobre el río Arno y es el puente más antiguo de Europa. Desde la época medieval ha habido aquí comercio, se dice que porque en el puente se estaba exento de pagar impuestos; ahora está lleno de joyerías y comercios similares.

Es curioso atravesarlo y ver a ambos lados los comercios, aunque a mi personalmente me decepcionó un poco. Es mucho más bonita la vista de Ponte Vecchio desde el puente más cercano cuando ya es de noche.

Santa Maria del Carmine

Después de cruzar Ponte Vecchio dimos un paseo por el otro lado del río, en el barrio de Oltrarno ("al otro lado del Arno"). En tiempos se consideraba de menos categoría vivir en esta orilla del río; aquí residían los que no eran lo suficientemente ricos como para construir su palazzo en el centro de Florencia; hasta que los Medici se instalaron aquí.

Entramos en Santa Maria del Carmine, cuyo principal atractivo es la capilla Brancacci. No recuerdo bien a que hora entramos, pero en seguida vinieron a decirnos que la iglesia estaba cerrando y que fuéramos al museo, si queríamos. Se pueden visitar la capilla Brancacci y el convento desde aquí, previo pago, que debe ser lo realmente interesante. Como había cola y un poco de hambre decidimos buscar un sitio para comer.

Cruzamos de nuevo el río, esta vez por el Ponte Santa Trinita, disfruando de las vistas de los edificios de ambas orillas. Encontramos un restaurante pequeño y acogedor con unos precios razonables; además en la carta que había en la puerta ponía que no cobraban el servicio, algo habitual en todos los restaurantes que habíamos visitado. Restaurante Parione.

Después de hacernos entender con un exageradamente amable camarero, pedimos cada uno un plato de pasta (10 euros, como ponía en la carta) y una copa de vino; esto último recomendación del "atento" camarero, cuando al decirle que no íbamos a pedir una botella de vino nos sugirió que pidiésemos sólo dos copas para que asi nos saliera más barato. También pedimos un tiramisú de postre, bastante escaso y normalucho, para compartir y un café. No había carta de postres por lo que nuestro amigo camarero nos dijo lo que tenían. Cuando nos trajo la cuenta de 45 euros (!) vimos que nos habían cobrado 7 euros por cada copa de vino (no entiendo demasiado de vinos, pero sé diferenciar uno malo y éste me recordaba a don simón)…

Una vez pasado el cabreo, nos dirigimos hacia la Piazza de'Pitti, de nuevo en Oltrarno, para visitar el Palazzio Pitti y los jardines Boboli.

Palazzio Pitti y los jardines Boboli

¡Ojo con los horarios! Recomendamos que sean lo primero que miréis en la taquilla. Nosotros pagamos 10 euros por una entrada con la que se pueden visitar los jardines, museo de la porcelana, galleria del costume y museo degli argenti… Sólo nos dio tiempo a ver los jardines, que cierran a las 16.30 en invierno, y cuando volvimos al palazzo a visitar los museos nos dijeron que ya estaban cerrados, así que fue un chasco de visita. Estos italianos y sus horarios…

Eso si, los jardines son preciosos. Los visitamos con lluvia, pero eso hizo que casi no hubiera turistas. Empezamos el recorrido pasando por el anfiteatro, en donde se representaban las primeras óperas de la época y de donde se sacó la piedra para construir el palazzo. Caminando por el paseo central se pueden contemplar una buena cantidad de estatuas clásicas hasta llegar a L'Isoloto, un jardín rodeado por un foso y estatuas. En el centro hay una fuente.

Después de visitar esta parte subimos por un camino en zig-zag hasta una explanada con más estatuas y unas vistas muy bonitas de la ciudad, pero aquí un guarda nos dijo que ya estaban cerrando y tuvimos que volver por donde habíamos venido.

Basílica Santo Spirito

Al lado casi del Palazzo Pitti se encuentra esta iglesia, proyectada en el S. XV por Brunelleschi, cuya fachada está sin decorar. En el interior se pueden ver (pero no fotografiar, claro!) multitud de obras de arte renacentistas en sus 38 altares laterales.

La basílica está en la Piazza di Santo Spirito, que nosotros no pudimos disfrutar muy bien por estar en obras. Sin embargo, aquí hay varios palacios medievales (el más importantel Palazzo Guadagni), un mercado y talleres de restauración de muebles.

Piazza della Signoria

Lo más bonito de Florencia, junto con el Duomo, en mi opinión. Este sitio ha sido el centro de la política de la ciudad desde el siglo XIV, en dónde se reunían los ciudadano s cuando se les convocaba a parlamento o donde se quemó a Savonarola en la hoguera. La historia de la plaza se remonta a la prehistoria; ahora mismo hay un panel en la plaza (justo al lado de la tienda de chanel) en donde explican los restos romanos encontrados, en dónde estarían situados y cómo sería la plaza en aquella época.



Piazza dela Signiora, Florencia

Los edificios más importantes son el Palazzo Vecchio y la Loggia della Signoria.

En la misma plaza hay una fuente dedicada a Neptuno que conmemora las victorias navales toscanas, una copia del David de Miguel Ángel y una estatua de Hércules y Caco.

El palazzo Vecchio sigue cumpliendo su función como ayuntamiento. Nosotros accedimos al Cortile, donde está la fuente del ángel, y a un patio lleno de columnas que hay a continuación. El Cortile también se llama patio de Vasari, todas sus paredes están decoradas con frescos de Vasari.

La Loggia della Signoria o Loggia dei Lanzi es una especie de museo al aire libre con numerosas estatuas; las más importantes "El rapto de las sabinas" y, mi favorita, "Perseo". Esta última es la única de la loggia que es de bronce, y representa a Perseo con la cabeza decapitada de Medusa. De noche con la iluminación que hay en la loggia, proyecta su sombra detrás del resto de estatuas.

Después de pasar un buen rato en la Piaza della Signoria volvimos al hotel a través de las calles cercanas al Duomo y cenamos en un kebap.

SEGUNDO DÍA EN FLORENCIA

Nos levantamos pronto para aprovechar el último día; espabilamos en seguida porque el hotel se quedó sin agua caliente y hubo que ducharse con agua fría…

Fuimos dando un paseo hasta la Piazza San Marco para ver la iglesia del mismo nombre.

En los alrededores de San Marcos están el Giardino dei Semplici, jardín botánico de la Universidad de Florencia, y varios edificios que pertenecen a facultades o lugares relacionados con la Universidad (Palazzo di San Clemente, Palazzo di Gino Capponi)

Dejando atrás la zona de la Universidad entramos en la Plaza della Santissima Annunziata, con la iglesia del mismo nombre, el Spedale degli Innocenti (antiguo orfanato) y un par de estatuas, una de ellas muy bonita (Fontane dei mostri marini)

La siguiente parada fue la Galería de la Academia. La obra más famosa es El David de Miguel Ángel; realmente impresiona verlo de cerca: la expresión de la cara, el cuerpo girado y en tensión… Además de esta estatua hay muchas más obras para ver: El Rapto de la Sabina, varias pinturas y esculturas y el Dipartimento degli strumenti musicali, una especie de museo de instrumentos musicales muy interesante.

A 15 minutos a pie de la Galería está Santa Croce, una de las iglesias más bonitas de Florencia, en mi opinión. Esta basílica es conocida por ser el lugar donde Stendhal en 1817 padeció los síntomas de vértigo, palpitaciones, confusión, etc, llamándose a partir de ese momento Síndrome de Stendhal. En su interior (al que no accedimos) están los sepulcros de Galileo, Miguel Ángel , Vasari, restos de Maquiavelo y muchísimos retablos, frescos, esculturas, etc. En la Piazza de Santa Croce había una especie de feria alemana que tuvimos que atravesar para llegar al siguiente punto: La Piazza della Signoria.

Como fue uno de los sitios que más nos gustó de Florencia, volvimos durante el día para poder ver todas las esculturas de nuevo.

Caminando hacia el norte entramos en la Iglesia de Orsanmichele, en plena zona comercial. Fue construida en 1337 como un mercado de granos. Más tarde fue convertido en iglesia y usado como capilla por los más poderosos gremios de artesanos y comerciantes de Florencia. En la planta baja del edificio están los arcos del siglo XIII que originalmente formaron la logia del mercado. El segundo piso se dedicó a los oficios, mientras el tercero albergaba uno de los graneros municipales, mantenido en caso de hambrunas o estados de sitio. A fines del siglo XIV se le ordenó a los gremios encargar estatuas de sus santos patronos para embellecer la fachada de la iglesia. El interior está decorado con frescos y un tabernáculo gótico. Merece la pena entrar.

La siguiente parada fue el Duomo (3,50 euros). Después de estar un buen rato contemplando la fachada entrar me decepcionó profundamente. Mucho más vacía de obras de arte que cualquiera de las anteriores que habíamos visitado, lo que más me llamó la atención fueron las ruinas que se descubrieron hace no mucho en el sótano: ruinas de casas romanas, un pavimento del cristianismo temprano, ruinas de la antigua catedral de Santa Reparata y ampliaciones sucesivas de esa iglesia. También se puede acceder a la cúpula y contemplar las pinturas muy cerca.

Siguiendo hacia el norte y dejando atrás el Duomo, llegamos a San Lorenzo, rodeada de tiendas y restaurantes para el turisteo. Por fuera no es demasiado vistosa, y no entramos dentro.

La última iglesia que visitamos fue Santa Maria Novella, cerca de la estación y el hotel. Hay que atravesar un patio con sepulcros y entrar en la basílica (3,50 euros). En este punto estábamos ya hartos de iglesias, pero merece la pena entrar a verla por la cantidad de obras de aarte que hay en el interior y que (sorpresa!) no podrás fotografiar: fresco de La Trinidad, obra de Masaccio, la Capilla Tornabuoni, y la capilla Gondi, que alberga la única obra en madera de Brunelleschi, el famoso Crucifijo. Giorgio Vasari fue el arquitecto que llevó a cabo una de las reformas.

Sta.Maria Novella, Florencia

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