martes, 4 de enero de 2011

Siena

Siena

Aunque es pequeña, dado que el centro está prohibido al tráfico rodado, en teoría, tuvimos que dar un buen rodeo para llegar al hotel. Menos mal del GPS !!! Imprescindible si vas a moverte en coche, sobre todo si vas en invierno como nosotros, ya que anochece antes de las 5 de la tarde.

Llegamos a Siena por la noche, y entre hacer el check in y dejar las maletas en la habitación nos dieron las 22.00. Los italianos serán muy parecidos a los españoles, pero tienen un horario de cenar muy adelantado y muy estricto! Entramos en más de 5 sitios sólo para oír que la cocina estaba cerrada… Como la cosa empeoraba por momentos volvimos al hotel (cuyo restaurante también estaba cerrado…) y nos indicaron un sitio que podía estar abierto. De hecho lo estaba, la mejor pizza que he comido hasta el momento! Ristorante Pizzeria Due Archi (Piano dei Mantellini, 48)

Volvimos al hotel, ya de mejor humor; no había mucho ambiente en Siena por la noche…

A la mañana siguiente madrugamos un poco y desayunamos por el camino mientras decidíamos qué ver. Siena, como Roma, está construida sobre 7 colinas, por lo que las vistas desde puntos de la ciudad a lugares como el Duomo son realmente bonitas. Desde el hotel las vistas también eran preciosas: la muralla, colinas y paisajes típicos de la Toscana. Se pueden ver las mismas vistas desde un mirador cercano, en Via Ettore Bastianini.

Empezamos nuestro paseo caminando desde el hotel hacia la Piazza del Campo: la plaza tiene forma de abanico y está dividida en nueve sectores que representan el Consejo de los nueve, responsable del gobierno durante la época medieval. En el centro de la plaza hay una fuente de mármol Fonte Gaia, y varios edificios como el Palazzo Piccolomini o la Loggia della Mercanzia, donde hacían sus negocios los mercaderes y prestamistas. El edificio más importante es el Palazzo Pubblico (aún hoy sede del Ayuntamiento) al que entramos sólo para visitar el primer patio, pero que tiene multitud de salones con frescos para visitar. El campanario del palazzo es la segunda torre más alta de Italia.

Después continuamos el paseo a través delas calles estrechas hasta la Piazza San Domenico para visitar su iglesia gótica. En el interior está la capilla de Santa Catalina, construida para guardar su cabeza incorrupta (!) que ahora está custodiada sobre el altar.

Más interesante que el interior de San Domenico me pareció la vista del Duomo en lo alto de una colina que puedes contemplar desde esta plaza. Este fue nuestro siguiente punto en el recorrido. Para llegar hasta aquí bajamos primero de la Piazza San Domenico para volver a subir la colina hasta la Piazza del Duomo y asi poder dar un paseo por una zona que no conocíamos y que nos volvió a dejar bonitas vistas de las colinas de la ciudad.

El Duomo de Siena me pareció, junto con el de Florencia, la iglesia más espectacular que vimos en nuestro viaje. Pasamos un buen rato contemplando la impresionante fachada gótica de piedra blanca y negra, pero al final no entramos (empezábamos llegar a un punto de saturación de iglesias y todavía nos quedaba Florencia). Aunque nosotros no entramos, nos han dicho que merece la pena visitarla. Cuando accedes a la Piazza del Duomo desde el arco de acceso al baptisterio puedes ver a la izquierda la nave lateral de la catedral, que quedó incompleta porque la peste asoló la ciudad. El Museo dell’Opera del Duomo también está en esta plaza.

Una vez visitado lo más importante de Siena (aunque lo mejor es dar un paseo por las calles que rodean la Piazza del Campo y disfrutar las vistas y el ambiente) hicimos el check-out y nos dirigimos a San Gimignano.

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